Nosotros somos tres alumnos de 4º de ESO del IES Valadares (Vigo) y vamos a realizar, a petición de nuestro excelentísimo profesor de Lengua y Literatura Castellana, un estudio sobre el mito de Ulises desde una visión actual partiendo de la antología poética que mostramos a continuación, así como analizando su repercusión en distintos ámbitos artísticos.
Presentación
No sólo en el arte.
Kavafis escribió unos versos sobre Ítaca que sirven como guía para Rosa Díez. Uno de ellos dice que entrarás en un puerto que tus ojos ignoraban. En el último puerto en que ella quería entrar con Unión Progreso y Democracia era el Parlamento Vasco.
Y no solo eso, hasta ha llegado a los videojuegos, como el siguiente:
Música internacional inspirada en la Odisea.
La Odisea de Homero y sus personajes han repercutido en muchos ámbitos del arte y en la música podemos observar la estrecha relación entre arte y mitología. Este mito es un tema universal, no entiende de lenguas y para demostrarlo, aquí enumero varias canciones en distintos idiomas que tratan la aventura de Ulises.
- ítaca de Lucio Dalla
Dalla, quien es amante del mar y sus travesías, se embarca en la aventura de hacernos llegar a nuestros oídos: Ítaca, quien hace alusión a la rebelión del proletariado contra los industriales en un diálogo metafórico entre un marinero y Ulises.
- Ulysses de Melissa Laveaux
- Ulysses de Franz Ferdinand
you’re never going home"
- Calypso de Suzanne Vega
- Home at Last de Steely Dan
este familiar sol brillante.
Supongo que soy el afortunado.
¿Quién escribió la canción del mar cansado
ubicado en la costa pacífica este?
¿Crees que has escuchado esto antes?
Así el peligro de las rocas es sin duda el pasado.
Todavía sigo atado al mástil.
¿Podría ser que he encontrado mi casa, por fin?
Por fin en casa.
Se sirve el buen retsina
Ella me mantiene seguro y caliente
Es sólo la calma antes de la tormenta
Llamada en la reserva
Cuánto tiempo, gracias amigo
Creo que voy a probar suerte de nuevo
Así el peligro de las rocas es sin duda el pasado
Todavía sigo atado al mástil
¿Podría ser que he encontrado mi casa, por fin?
- The Odyssey de Symphony X
Letra originalThe Odyssey [Part I Odysseus' Theme / Overture] [music / orchestration - Romeo] [instrumental] [Part II - Journey to Ithaca] [music - Romeo] [lyrics - Allen, Romeo] To the one that I love, my journey has begun When our eyes meet once more there will be peace The taste of your lips the warmth of your touch again, forever, two souls as one Seems like forever that my eyes have been denied Home - I'm dreaming of the home I've been twenty years away from all I ever knew to return would make my dream come true Seasons of sorrow have stolen all my years I miss the rolling hills of Ithaca I've been through battles and cried a sea of tears but the tide is changing, and with it all my fears Seems like forever that my eyes have been denied Home - I'm dreaming of the home I've been twenty years away from all I ever knew to return would make my dream come true Behold the sea and winds of Jove We set sail guided by the stars above The ports of Troy escape our view a cold and stormy fate awaits our rendezvous Onward we ride, into the raging fury Setting our course by the moon and sun We forge ahead seeking glory Yet the journey has just begun Onward we ride - nine days we brave her might we are coming home... [Part III - The Eye] [music- Romeo] [lyrics - Romeo] Awakened at dawn - Land dead ahead with the winds of the morning we change course no remorse, a place forbidden to all Search all the grounds - find food and water Yet journey not into the Cave of Woe long ago, a legend spoke of a beast A thousand riches hidden deep within the stone A thousand nightmares mortal blood forever flows A mountainous black - engulfed in a shadow a bone-chilling growl and an Eye of Hate a ghastly fate - held prisoner by the Eye Yet he must sleep - as the daylight fades we focus our senses and sharpen our blade we take aim - In silence we strike A thousand riches hidden deep within the stone A thousand nightmares - blood runs forever - from the Eye... [Part IV - Circe (Daughter of the Sun)] [music - Romeo] [Lyrics - Romeo] We sit adrift on the open sea The gift of wind, by Zeus, concealed - so carelessly We break the waves on a course untrue across the endless plain of blue - a new coast in view Yeah... We carouse with the maiden beneath her eyes the madness lies ...in mystery I drink deep from the chalice of gold and jade - my senses fade ...I'm mesmerized Stay - like those before I condemn you all - from walk to crawl ...metamorphasized No - my will it defies her speak the verse - lift the curse ...she's mesmerized Am I asleep? Tell me Daughter of the Sun There's vengeance in the air and all things must be undone [Part V - Sirens] [music - Romeo] [lyrics - Romeo] Dire warnings - told by the sorceress in white 'false bringers of love' - Sirens echoing songs from above Wings flowing - floating on Sea of Lies I defy their vision Elysium swallows my cries Embracing - maidens of lust stimulate and manipulate my senses I welcome a watery grave Tied steadfast to the mast tragedy awaits me I'm falling victim betrayed by the sea [Part VI - Scylla and Charybdis] [a) Gulf of Doom] [b) Drifting Home] [music / orchestration - Romeo] [instrumental] [Part VII - The Fate of the Suitors / Champion of Ithaca] [music - Romeo] [lyrics - Lepond, Romeo] So this is home... In the guise of a beggar - Minerva guides my way I find my kingdom in jeopardy Vengeance - it swells within me As I spy so many who eye my Queen I'll make them pay for this blasphemy... All will see Triumphant - Champion of Ithaca I will right all the wrongs Let the Gods sing my song Triumphant - Champion of Ithaca Let a new life begin my journey has come to and end A contest of valor 'to pierce the twelve rings in a single arrow's flight' Yet, not a one can string the bow My veil of silence lifted All is revealed revenge burns in my heart thrashing and slashing down all my foes...to claim the throne Triumphant - Champion of Ithaca Seems like forever that my eyes have been deniedI will right all the wrongs Let the Gods sing my song Triumphant - Champion of Ithaca Let a new life begin this is the end of my Odyssey Home - I'm finally home I've been twenty years away from all I ever knew I have returned to make my dream come true | Letra traducidaLA ODISEA Parte I – Obertura del tema “La Odisea”- Instrumental Parte II- VIAJE A ITACA Para aquella a quien yo amo, mi viaje ha comenzado Habrá paz cuando nuestros ojos se encuentren una vez más El sabor de tus labios, el calor de tu tacto Otra vez, para siempre, dos almas unidas Parece una eternidad que han sido negados a mis ojos Hogar, sueño con el hogar He estado veinte años fuera de todo lo que conocía Volver haría mi sueño realidad Épocas de penas han robado todos mis años Hecho de menos las colinas ondulantes de Itaca He estado en batallas y llorado un mar de lágrimas Pero la situación está cambiando, y con ello todos mis miedos Parece una eternidad que han sido negados a mis ojos Hogar, sueño con el hogar He estado veinte años fuera de todo lo que conocía Volver haría mi sueño realidad Contemplo el mar y los vientos de Júpiter Zarpamos guiados por las estrellas en el firmamento Los puertos de Troya escapan de nuestra vista Un frío y tormentoso destino espera a nuestro encuentro Hacia delante navegamos, dentro de una furia embravecida Fijando nuestro curso por la luna y el sol Avanzamos con rapidez persiguiendo la gloria El viaje todavía acaba de comenzar Hacia delante navegamos nueve días afrontamos su poder Volvemos a casa Parte III EL OJO Despiertos al amanecer, delante, tierra muerta Con los vientos matinales cambiamos nuestro curso Sin remordimientos, un lugar prohibido para todos Registrar todos los terrenos- Encontrar agua y comida No vayáis todavía a la Cueva del Martirio Hace tiempo, una leyenda hablaba de una bestia Miles de riquezas enterradas profundamente dentro de la roca Miles de pesadillas, sangre mortal fluye eternamente Negra montaña- rodeado de una sombra Un espeluznante rugido y un Ojo del Odio Un espantoso destino- retenido prisionero por el Ojo Todavía debe de estar durmiendo- mientras la luz del día se apaga Agudizamos nuestros sentidos y afilamos nuestras hojas Apuntamos – En silencio atacamos Miles de riquezas enterradas profundamente dentro de la roca Miles de pesadillas- la sangre corre eternamente desde el ojo. Parte IV CIRCE (HIJA DEL SOL) Vamos a la deriva en el mar abierto El regalo del viento, oculto por Zeus- tan despreocupadamente Rompemos las olas en un curso inexacto A través de una interminable llanura azul- una nueva costa a la vista Si… Nos vamos de juerga con la doncella Bajo sus ojos yace la locura En misterio…. Bebo todo del cáliz De oro y jade -mis sentidos se desvanecen Estoy hipnotizado Engañado- como los anteriores Os condeno a todos- De caminar a arrastraros (9) Transformados No- mi voluntad la desafía Recito el verso (10)- Desaparece la maldición Está hipnotizada ¿Estoy durmiendo? Dime hija del sol Hay venganza en el aire y todas las cosas deben de ser deshechas Parte V SIRENAS Horrendos avisos Contadas por la hechicera de blanco “Falsos portadores del amor”- Sirenas resonando canciones desde arriba Corre el viento Flotando en un mar de mentiras Desafía sus visiones Eliseo engulle mis ruegos Aceptando Doncellas de la lujuria estimulan y manipulan mis sentidos Recibo una mojada tumba Atado firme al mástil La tragedia me espera Soy una víctima debilitada Engañado por el mar Parte VI ESCILA Y CARIBDIS (instrumental) Parte VII EL DESTINO DE LOS PRETENDIENTES/DEFENSOR DE ITACA Asi que este es el hogar Con el aspecto de un pordiosero- Minerva me guía en mi camino Encuentro mi reino en peligro Venganza- aumente dentro de mí. Mientras descubro a muchos que observan a mi reina Les haré pagar por esta blasfemia. Ya lo verán. Victorioso- Defensor de Itaca Enderezaré a todos los malos Dejad que los dioses canten mi canción Victorioso- Defensor de Itaca Deja que comience una nueva vida. Mi viaje ha llegado a su fin Una disputa de valor “Atravesar los doce anillos de un solo flechazo” Todavía, nadie puede encordar el arco (11) Mi velo del silencio se alzó (12) Todo es revelado La venganza arde en mi corazón Despellejando y rajando a todos mis enemigos- para reclamar el trono Victorioso- Defensor de Itaca Parece una eternidad que han sido negados a mis ojosEnderezaré a todos los malos Dejad que los dioses canten mi canción Victorioso- Defensor de Itaca Deja que comience una nueva vida Este es el fin de mi odisea Hogar- al fin estoy en casa He estado veinte años fuera de todo lo que conocía He vuelto para convertir mi sueño en realidad. |
- Penelope de Robi Rosa
- Tales of Brave Ulysses de Cream
"Cómo sus oídos desnudos fueron torturadospor las sirenas que cantaban dulcementeporque las vibrantes olas te están llamandoa besar sus labios laceados de blanco"
Influencia del mito en la literatura española.
- Novela:
En Las mocedades de Ulises, la fantasía de Cunqueiro toma el mito homérico como pretexto. Ulises, Agamenon, Penélope, Edipo, Helena, Hércules, Medea, Menelao, París y Poseidón, conviven en singular anacronismo como Amadís de Gaula, los Doria, Don Enrique el Navegante, Doña Ginebra, el duque de Mantua, Otelo, Ricardo Corazón de León, Virgilio… Y así por ejemplo resulta que Ricardo Corazón de León fue abuelo de Ulises. Mitos helenizantes, deidades cristianas, piadosas e increíbles hagiografías, justas caballerescas de amor cortés o las consejas mágicas de un aquelarre romántico y rural se alternan en este libro henchido de erudición clásica y de dulces y evocadores arcaísmos. Adentrémonos pues por la maraña jubilosa de estas mocedades que uno hubiera querido para sí, vagancias de libre primogénito en una tierra antigua y acaso fatigada. Y de la mano de este singular Ulises vayamos desvelando paisajes, enhebrando misterios y poblando de seres maravillosos un orbe antiguo que, por otra parte, nos llega limpio y transparente como si acabara de nacer.
- Teatro
Ítaca de Kavafis.
“Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca
desea que el camino sea largo,
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al irritado Poseidón no temas,
tales cosas en tu ruta nunca hallarás,
si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
y al feroz Poseidón no encontrarás,
si dentro de tu alma no los llevas,
si tu alma no los yergue delante de ti.
Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con cuánta dicha, con cuánta alegría
entres a puertos nunca vistos:
detente en mercados fenicios,
y adquiere las bellas mercancías,
ámbares y ébanos, marfiles y corales,
y perfumes voluptuosos de toda clase,
cuanto más abundantes puedas perfumes voluptuosos;
anda a muchas ciudades Egipcias
a aprender y aprender de los sabios.
Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure:
y viejo ya ancles en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que riquezas te dé Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino.
Otras cosas no tiene ya que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te ha engañado.
Sabio así como llegaste a ser, con experiencia tanta,
ya habrás comprendido las Ítacas qué es lo que significan.”
Este poema es versionado y musicado por el catalán Lluís Llach, canción en la que Ítaca representa Cataluña y pide libertad e independencia.
Esta canción es versionada por otra cantante catalana, Beth, que mantiene la idea principal que Llach quería expresar.
Odisea de Kazantzakis.
El gran hilo que une la antigua y la nueva Odisea es obviamente Ulises. Él es el personaje antiguo, el hombre del largo peregrinar en busca de la patria y el hogar; que ha retornado finalmente, pero en cuyo espíritu triunfa el desencanto que su gente y su casa le producen, así como un irrefrenable afán de nuevas aventuras y experiencias. Odiseo comienza a transformarse desde su llegada y continuará cambiando a través de su nuevo y más dilatado viaje, viaje sin regreso.
No son muchos los personajes homéricos que tienen figuración y actuación en la Odisea de Kazantzakis. Algunos serán recordados en el relato que Ulises hace a su familia al comenzar la rapsodia II: Circe, Calipso, Nausícaa. Otros personajes tendrán actuar y destino distintos del que les consagró Homero. Menelao, decadente y miope, será abandonado una vez más por Helena. Idomeneo, en Creta, en los límites de la decrepitud, sucumbirá entre las llamas de una revolución, a la que contribuirá Odiseo. Helena, en su belleza inmarcesible, muestra una vitalidad renovada; vive un nuevo destino en el que fundará nueva estirpe, con hijos, nietos y bisnietos. Telémaco, liberado de la tan fuerte personalidad de su padre, parece que tendrá una vida próspera y pacífica en Itaca.
A Penélope, intensamente desdichada en la nueva Odisea, y a su abandono, hay que dedicar un extenso estudio.
A través del interminable peregrinar de Odiseo en torno a cuyo viaje van apareciendo innumerables personajes, algunos dentro de cantos o de sueños, no son pocos los momentos de intensa emoción del rudo peregrino o de algunos de aquellos con los que se cruza, con los que conversa o discute o con los cuales actúa en todas las "etapas activas" de su caminar. Entre esos momentos en que aflora la emoción y la ternura en el incansable buscador, acaso los más hermosos sean aquellos que recuerdan a dos personajes que en la nueva Odisea no viven ya. Uno tampoco vivía ya en el poema homérico y el otro murió al retorno de Ulises. Aquí nos referiremos a uno de ellos: a la madre del peregrino.
De la muerte de su madre Anticlea se impone Odiseo al ver su sombra, cuando le es dado descender al mundo de los muertos, en el poema homérico. No sabemos cuánto tiempo había vivido después de la partida de su hijo. Posiblemente murió después de saber que Troya había caído y que los principales guerreros habían regresado. Argos, el perro de Odiseo, inmortalizado en breves versos por el poeta, muere al volver su amo. En la nueva Odisea, el fiel animal, muerto "hacía miles de años", tiene una breve figuración. También es muy breve la de Anticlea. Y en ambos casos, creemos que la poesía de Kazantzakis, la inagotable poesía de la Odisea, alcanza momentos de elevada y emocionante belleza. Y en los dos pasajes hay contraste entre la tan compleja personalidad de Odiseo, la dureza inflexible de su larga lucha y su interminable búsqueda, y la tierna emoción unida al recuerdo de esos dos seres humildes, humildes en los dos poemas, el homérico y el moderno.
En el territorio sombrío del dios Hades, vendrá a enterarse Odiseo de la muerte de su madre. Pero antes de recordar la hermosa y conmovedora escena del encuentro de ella y su hijo, examinemos las dos menciones que de Anticlea hallamos hacia el final de la historia de Ulises, cuando éste ya ha regresado a Itaca.
Odiseo, en apariencia de forastero indigente y presentándose como ex combatiente de Troya, es acogido por el porquerizo Eumeo, y, sin ser reconocido, le pregunta por la familia de su presunto compañero de armas. No se da por enterado de que madre ha muerto, como lo comprobó en su bajada a los dominios de Hades. Interroga así al mayoral de los pastores: "¿Dime si la madre del divinal Odiseo y su padre, a quien al partir dejó en el umbral de la vejez viven aún y gozan de los rayos del sol o han muerto y se hallan en la mansión de Hades?" Entonces, escuchamos ahora de labios del fiel siervo lo que Ulises oyó decir a la sombra de su madre: "Laertes vive aún y en su morada ruega continuamente a Zeus que el alma se le separe de los miembros; porque padece de grandísimo dolor por la ausencia de su hijo y por el fallecimiento de su legítima y prudente esposa, que le llenó de tristeza y le ha anticipado la senectud. Ella tuvo deplorable muerte por el pesar que sentía por su glorioso hijo." Y hay aquí un breve y buen recuerdo de aquella mujer: "Mientras vivió, aunque apenada, holgaba yo de preguntarle y consultarle muchas cosas." Al llegar Eumeo a la pubertad, y después de haberse criado con la hija menor de Anticlea, "a mí púsome un manto y una túnica, vestidos muy hermosos, diome con qué calzar los pies y aun me quiso más en su corazón. Ahora me falta su amparo, pero las bienaventuradas deidades prosperan la obra en que me ocupo [...]. Pero no me es posible oír al presente las dulces palabras de mi dueña ni lograr de ella ninguna merced".
Cuando Odiseo, sin haberse dado a conocer, le cuenta a Laertes que conoció a su hijo y lo hospedó, éste, "con los ojos anegados de lágrimas", le pregunta cuántos años hace que tuvo lugar ese encuentro. Entonces, menciona, sin nombrarla a su esposa Anticlea, que murió de pesar y no pudo siquiera amortajar y llorar a su hijo muerto en lejanía; y luego pregunta: "¿Cuántos años ha que acogiste a ese tu infeliz huésped, mi hijo infortunado, si todo no ha sido un sueño?" Tales son las breves menciones de la madre de Ulises en el poema, aparte de su aparición en la rapsodia XI. Al penetrar en la región de los muertos, primero viene donde Odiseo el alma de Elpenor y en segundo lugar la sombra de Anticlea, a quien hasta ese momento creía viva. Llora Ulises y se le "inunda el pecho de dolor", pero a pesar de su aflicción le impide llegar a beber la sangre que la reanimaría, pues debe hablar primero con el alma del adivino Tiresias:
Mas entonces el alma llegó de mi madre difunta,Es conmovedora esta escena. Odiseo sabe ahora que su madre está muerta y llora al ver a su alma. Ésta a su vez observa quizás la conversación de su hijo con Tiresias, se queda en silencio junto a la sangre. Por eso, al terminar de hablar con el adivino, Ulises le pregunta cómo podrá reconocerlo Anticlea: "¡Tiresias...! Veo el alma de mi difunta madre, que está silenciosa junto a la sangre, sin que se atreva a mirar de frente a su hijo ni a dirigirle la voz. Dime, oh rey, ¿cómo podrá reconocerme?" Tiresias le dice que las almas que se acerquen a la sangre le hablarán y le darán noticias. Anticlea viene a tomar sangre y notando al punto a su hijo, le habla "llena de lástima":
de Anticlea que engendrara el magnánimo Autólico. Viva
la dejé en mi mansión al salir para Troya sagrada;
brotó el llanto en mis ojos al verla, inundóseme el pecho de dolor...
¿Cómo fue tu llegada, hijo mío, al país de las brumasSigue la pregunta de Anticlea acerca del itinerario de su hijo hasta llegar a los dominios de Hades y la respuesta de Odiseo, quien explica que todavía no ha podido volver a su tierra, de la que un día se alejó "con dolor". Pero enseguida, es él quien interroga a su madre acerca de su muerte y sobre Laertes y Penélope.
vivo aún? El paraje es difícil de ver por los vivos,
porque hay en mitad grandes ríos, tremendas corrientes,
el océano ante todo, que a nadie de cierto es posible
de otro modo pasar que teniendo una sólida nave.
Anticlea da a Odiseo información sobre su esposa y su hijo, sin aludir a la conducta de los pretendientes. Penélope lo espera y Telémaco gobierna su hacienda tranquilo. Sólo las noticias sobre Laertes son tristes. Detalla la madre la situación del anciano y luego le habla de su propia muerte, causada por la pena que la ausencia del hijo, "luz" de su alma, le causaba. Esta última parte de la escena está empapada de tristeza ante la terrible realidad de la muerte:
Ésta ha sido mi muerte también, tal cumplí mi destino:Entonces Odiseo trata de abrazar a su madre, avanzando tres veces hacia ella, pero no puede, pues ella "a manera de ensueño o de sombra" se escapa de sus brazos. Con "agudo dolor", le pregunta por qué no puede echarle los brazos para que ambos puedan saciarse "de los rudos sollozos". Anticlea le explica que los difuntos son sólo una especie de sombra. Y lo exhorta a volver sin demora al mundo de la luz, de los vivientes.
no acabó mi existencia en palacio la gran flechadora,
la de tiro infalible, lanzando sus blandas saetas,
ni cayó sobre mí enfermedad como aquellas que suelen,
en fatal consunción, arrancar de los miembros el alma;
no, mi Ulises, mi luz, fue mi pena por ti, fue el recuerdo,
fue tu misma bondad quien dio fin a mi gozo y mi vida.
Después de las últimas palabras de Anticlea que escuchamos (leemos), pasarán cerca de tres mil años hasta que la voz de la madre de Ulises reaparezca, en la misma lengua griega (evolucionada, sin duda), en otro poema dedicado al peregrinar de su hijo. Allá Odiseo sólo vio a la sombra de su madre muerta. Aquí sólo la ve en un sueño. En efecto, en medio del interminable andar de Ulises, en la Odisea, de Kazantzakis, aparece la madre en un sueño. En el breve espacio de cuarenta y cuatro versos —de los 33,333 del poema—, en el espacio de las palabras de Odiseo, ya anciano, que narra un sueño, en la cercanía de su muerte en los hielos antárticos, nos sumergimos en un clima de dolorida emoción, que nos recuerda el encuentro de hijo y madre en la morada de Hades, allá en el tiempo de Homero. No oiremos la voz de Anticlea, aunque en un momento el propio Ulises en su hablar ponga palabras en labios de su madre. En el sueño, Ulises asiste a la agonía de su madre, a la que en el poema homérico no pudo acompañar en esa hora triste, pues se batía ante los muros de Troya o luchaba para escapar de los peligros que la animadversión de Poseidón ponía en su marítima senda. Ahora, en el fluir del tiempo incalculable de la nueva Odisea, el rudo lobo de mar "de múltiple ingenio", ahora solitario y anciano asceta, después de haber vivido revoluciones y múltiples peripecias; habiendo dejado atrás los confines meridionales de África y realizado su penúltima navegación hacia los hielos antárticos, Odiseo, en la aldea polar donde encontrará luego a los últimos seres humanos, sueña con su madre.
Revive aquí el hijo dolorido de la undécima rapsodia homérica. Quedan a un lado la ferocidad y las inclemencias que más de una vez ha demostrado en su caminar. Nos acercamos a un hombre transido de dolor, pleno de viva ternura para con la madre que agoniza. Cuando él recuerda "la santa sonrisa melancólica" de Anticlea, nosotros recordamos los momentos en que Odiseo, al morir Laertes (en la nuevaOdisea), contempla emocionado el "rostro santificado" de su anciano progenitor y procede con unción a darle sepultura. Por años no había soñado con ella y esto era una pena secreta en sus entrañas.
Ahora, en la soledad de la isla de hielo, que es su última estación antes de irse a encontrar con la muerte, Odiseo, en el sueño, se traslada "al palacio venerando de su padre", y se ve junto al lecho de su madre que agoniza, pálida como la cera. Le sostiene la mano y siente cómo la va abandonando la vida. El hijo, pálido también por el dolor, la besa y le habla, tratando de convencerla de que ella sólo está soñando; que todo pasará; que el mal sueño terminará en alegría, pues su nuera la noche anterior ha sentido un golpe en el vientre, así que vendrá en la mañana a anunciarle la feliz nueva de que dentro de poco podrá acariciar a su nieto. Vendrá el amanecer, ella despertará, llamará a todos para contarles el sueño; soñar con muerte es matrimonio, enhorabuena. Pero la madre no responde, y el hijo asiste, impotente, al avance de los tentáculos de Caronte, "el gran octópodo", hacia el corazón de la mujer.
La única y última vez que escuchamos (o leímos) la voz de Anticlea fue durante la estancia de Ulises en el mundo de los muertos, en la antigua Odisea. Ahora, dentro del sueño del peregrino, la vemos en un momento anterior a aquél, pese a que han transcurrido al menos tres mil años. Y también dentro del sueño, escuchamos (leemos) las palabras que el hijo imagina que diría su madre a la mañana siguiente, si su agonía sólo fuera un mal sueño. Y si en realidad (dentro del sueño), todo hubiera sido un sueño, ella habría recordado que Odiseo había estado tratando de reconfortarla: "Pero aquí está mi buen hijo que siempre me consolaba."
Pero leamos este bello pasaje, en donde vibra un hondo sentimiento de amor y piedad filial. Acaso por esto, han desaparecido las tan abundantes imágenes y símiles del poema kazantzakiano. Sólo una imagen y un símil hallamos aquí. El cuerpo, ya pesado, de la madre recibe la alegre nueva que le da el hijo "igual que recibe nuestra madre tierra la llovizna ligera". Y la imagen de Caronte en la forma de un pulpo, cuyos tentáculos van atrapando poco a poco los miembros de la moribunda, se añade a las múltiples figuras que adopta la muerte en el poema.
Por años de años a su madre no la había visto más mientras dormía,
dijérase que la tierra abrió su boca e íntegra la devoró;
y no volvió a aparecer su santa sonrisa melancólica
a conmover dulcemente el sueño de su hijo amado;
y eso era una pena secreta en las entrañas del arquero.
Y esa noche con ella soñó —como si estuviera allá—,
en el palacio venerado de su padre, y arriba fulguraban las estrellas,
y su madre, pálida como la cera, agonizaba en el lecho.
Y Odiseo, de hinojos, la mano muy blanca sosteníale
y percibía cómo su sangre morosa se detenía poco a poco
y la dulce tibieza velada de la vida se iba apagando.
Toda la noche acariciaba sus cabellos sudorosos, albísimos;
ya sus ojos se volvieron vidrio, profundamente hundidos.
Pálido, doblado, la besaba y los labios le temblaban.
"No tengas miedo, madre mía; sólo un sueño estás viendo y volverás
a despertar,
para que llames en el patio a tus criadas, a las nodrizas que se vistan,
y el viejo quehacer diario de la casa recomience.
Te diré, madre, el secreto, que tu corazón se alegre.
Ayer por la noche tu nuera despertó atemorizada,
un gran golpe sintió de improviso en su vientre con fruto;
¡y dentro de poco tomarás en tus manos al nieto!"
Hablaba el hijo así, e impasible la madre dulcemente recibía
en todo su cuerpo, ya pesado, la nueva regocijante,
igual que recibe nuestra madre tierra la llovizna ligera.
Y el hijo, para no cortar con el silencio la hebra de la felicidad,
agachado, sus ojos besa y continúa hablándole,
"Madre, ya se acerca la mañana, y el gallo va a cantar,
y el mal-sueño que te ha afectado se desvanecerá;
y en la mañana, cuando te levantes bien y se despeje la cabeza,
risueña a todos nos llamarás y nos darás su explicación:
matrimonio es en los sueños la muerte, bueno sea y bendecido;
sólo que la vi muy a lo vivo y mi corazón sufrió;
¡pero aquí está mi buen hijo que siempre me consolaba!
¿Me escuchas, madre mía? ¡Sonríe y mueve tus ojos!"
La noche entera clamaba el hijo y luchando sostenía en
sus brazos
con manos invisibles a la madre para que no parta;
pero el gran octópodo, Caronte, la arrastraba de los pies,
que ya se helaban, y se extendía, mudo, subiendo sus tentáculos
en sus viejas y delgadas piernas, las rodillas, la cintura;
y el hijo infeliz, impotente y doblado, iba siguiendo su ascenso
hasta que tocara el tibio corazón y la madre expirara.
Toda la noche retenía a la mujer entre sus brazos,
y al amanecer abrió los ojos; sus entrañas se habían petrificado
y no podía levantar las manos, como si todavía sostuvieran,
apretado, el pesado e invisible cadáver de la madre.
Lentamente se arrastró, juntó ramas, enciende una fogata
y enfrente de ella tendió su cuerpo endurecido y azuloso.
Ulysses de Joyce.
Uno de los partidarios más elocuentes y vocíferos de Joyce en Irlanda es el senador David Norris, antiguo profesor del departamento de Filología Inglesa del Trinity College en Dublín. Para él, Ulises es una fuente constante de maravilla y celebración:
“Probablemente sea la novela más importante del siglo XX (ciertamente lo es en inglés) y una de las mejores obras de la imaginación creadora que se hayan jamás realizado. Es una magnífica novela humana y cómica: aboga maravillosamente por los valores humanos y festeja el hombre común y corriente”.
- Ulises en Twitter
- Ulises en el cine
¿Pero tiene algún sentido pensar en que una película que adapta una obra célebre se prohiba hoy en día? Acaso el retrato de Irlanda que hizo Joyce, que la película muestra sin tapujos, no fue del agrado de algunos censores irlandeses, en su momento los libros de Joyce fueron perseguidos también en su tierra natal. Escandaliza en todo caso, que una adaptación que trasvasa la historia de comienzos del siglo XX a mediados de los años 60, pero que conserva idénticas las situaciones, los diálogos, no se vuelva anacrónica. La mezquindad, la intolerancia y el odio que ponen en evidencia una serie de pequeños dublineses contra el comerciante judío, (en el libro antes del holocausto, en la película después) resulta siempre infame. Y acaso la metáfora que hace Strick, su valor añadido a la obra original, sea el poner en evidencia lo poco o nada que su país, cuna de escritores fantásticos como el que más (Swift, Bernard Shaw), evolucionó a lo largo de 6 décadas.
Estamos ante un gran homenaje a la obra cumbre de Joyce, pero también ante una cinta amable que sin caer en ligerezas, sabe recoger de una manera bastante jovial, la esencia de ese libro que quiso en su momento, haciendo una extraña parodia de la Odisea de Homero, englobar a todos los libros escritos desde aquel. ¿Resulta entonces válido adaptar un monstruo literario como Ulysses? pues sí, tanto como fue válido escribir una obra maestra que no le supuso a su autor ni el premio Nobel, ni la fortuna, pero sí la certeza de escribir un libro que logró prevalecer en el tiempo, más allá de lo que en su momento las mentes más retrógradas pudieran objetar.
- Dominio fluido de inglés, alemán, francés, español, neerlandés, gaélico, romanche e italiano (muy recomendable).
- Hay que saberse al dedillo todas las oraciones latinas de la liturgia católica y todos los ritos, sacramentos, vestuario, complementos y accesorios relacionados con la misma. Recomendable leerse unos cuantos catecismos y misalitos antes de emprender el combate de lucha libre contra Ulises. Podéis ir si queréis al sermón dominical (opcional) Hacer un estudio de la filosofía eucarística de la Iglesia entre 1904 y 1924 tampoco está de más.
- Es imprescindible conocer en profundidad la situación social, política y económica de la Irlanda de principios del siglo XX, en especial todo lo relacionado con los movimientos independentistas locales, además de todas las marcas de cerveza, ungüentos, linimentos, camafeos, ligueros y sujetadores del momento. Conocer la ubicación de los principales prostíbulos, tabernas, pubs, publicaciones, iglesias, conventos, casas de okupas y mercados de ganado existentes en la época también puede resultar útil. Si no se dispone de un mapa de Dublín, es recomendable buscar uno o viajar directamente. Cada 16 de junio se celebra el Bloomsday, rito que consiste en disfrazarse de tío de 1904 (o tía: con liguerosy tal) y desfilar en procesión por el itinerario que Leopold Bloom (uno de los protas) sigue en la novela. Es el momento ideal para hacerlo.
- Es innecesario decir que resulta imprescindible conocer de forma exhaustiva toda la obra de Homero, especialmente La Odisea. Si tenéis unos minutillos, echadle también un vistazo a todas las obras de Shakespeare, Ibsen, Dante, Santo Tomás de Aquino y Sanlúcar deBarrameda. Se precisan asimismo, conocimientos elementales sobre autores de laantiguedad greco-romana como Tito Livio, Séneca, Cicerón, Plutarco y Pijus Magníficus.
- Joyce hace un uso frecuente de simbologías chistosas relacionadas con su vida privada. Es el momento que estabais esperando, cabrones, lo sé: el de la parte "Salsa Rosa" del relato. Tenéis que conocer todas las anécdotas sobre la vida del personaje. Desde sus relaciones con los jesuitas en el internado de Clongowes y los pormenores de sus relaciones familiares. Su hábitat social también es importante para saber porque se divorció del nacionalismo irlandés. Y, sobre todo, sus relaciones con Nora Barnacle, su mujer, una criada totalmente inculta. También os pueden ser útiles los chismes de sus amigos de barra, como Hemingway. Hay que leerse todas las biografías habidas y por haber para entender muchos de los chistes herméticos que contiene la novela. Es una realidad. También son útiles obras basadas en su correspondencia particular (que de haberlas, haylas).
- Vino: Si decidís beber unos vasillos de vino para entender mejor la novela os aconsejamos cierto fendant blanco de las riveras del Rhin que Joyce consideraba pipí de archiduquesa. Nunca se os ocurra beber vino tinto mientras leéis Ulises, pues Joyce lo consideraba un "bistec licuefacto". Si sois fumadores, es una ocasión para dejarlo. Si no, todo el vino sabe como el que bebe Asunción.
- Historia: no estaría de más que le echarais un vistazo a la situación política de Europa en el período de entreguerras y al estudio de los gorrones que pululaban por los hoteles de Zurich en esa época. Análisis exhaustivos sobre el consumo de langosta mientras el Imperio Austrohúngaro se hundía en la miseria también son necesarios.
- Previamente a embarcarse en esa odisea llamada Ulysses, hay que leer la obra anterior del autor. La novela contiene spoilers, puesto que uno de los personajes repite papel en sus novelas anteriores, Stephen el Héroe, Retrato del artista adolescente y Dublineses.
- Brevemente, y sin intención de desmoralizar. Con posterioridad a Ulises, Joyce escribió Finnegans Wake (1939), basada en un tabernero borracho que se ha quedado dormido sobre una mesa y se le va la olla. No ha podido ser traducida a ningún idioma por el momento. Y si ha sido traducida tendría que verse cómo.
- Ulysses en la música
Yes de Amber está basada en el capítulo final de esta novela.
Al igual que la anterior, The Sensual World de Kate Bush está basada en los últimos párrafos de la novela.
ReJoyce de Jefferson Airplane es la versión psicodélica de Grace Slick de esta obra de James Joyce.