El mito de Ulises reescrito.

Despierto, camino y veo.
No recuerdo.
¿Soy yo
o este mundo está muerto?
No entiendo ni cómo ni porqué
ni a donde me dirijo.
Sigo.
Sigo andando sin destino.
El mundo pregunta .
Yo me indigno.
¿Acaso no alcanzan a razonar
que si un hombre sabe hallar su lugar
no necesita difamar?

Una caja tonta dicta las normas,
todos resoplan si la cuestionas.
Y yo, imnotizado, caí en sus redes.
Mi tiempo pasé allí sentado
escuchando.
Y creí cada palabra, cada gesto,
cada silencio.
Fui engañado
por los que dicen comunicar
y en realidad ocultan.
Por los que dicen ser verdades
y son hipocresía.

Lestrigones no son,
pero en poco se diferencian.
Ellos no comen hombres,
deboran libertades.
Rien mientras el resto llora,
causan el llanto de muchos
y el silencio eterno de otros.
Nadie huye de ellos,
porque son ellos quienes mandan.
Somos todos sus siervos,
ellos nos engañan.
Nos hacen creer
que para nosotros trabajan.
Somos pocos los que en sus caras
leemos su hipocresía;
leemos entre lineas
descubriendo sus mentiras.

Enfrentarme a ellos quisiera
pero no puedo,
no nací para ello.

Ahora que lo pienso, creo...
Sí, tengo familia e hijo.
Vuelvo.
Nadie me espera ya.
Creía tener mujer
pero ella ahora de otro es.
Mi hijo no me llama papá
ni mi cara parece recordar.
No los culpo,
fui yo quien se fue.

Asi que, aquí estoy,
solo,
con mi rima.

Y quizás sea yo un Ulises perdido en este siglo XXI
un Ulises sin Ítaca,
sin Penélope
un Ulises cobarde
que por no tener no tiene ni astucia.

1 comentarios: (+add yours?)

Charo dijo...

Enhorabuena. ¿Quién es el autor?

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