Análisis de la antología: Ítaca.

Ítaca
por Francisca Aguirre

¿Y quién alguna vez no estuvo en Ítaca?
¿Quién no conoce su áspero panorama,
el anillo de mar que la comprime,
la austera intimidad que nos impone,
el silencio de suma que nos traza?
Ítaca nos resume como un libro,
nos acompaña hacia nosotros mismos,
nos descubre el sonido de la espera.
Porque la espera suena:
mantiene el eco de voces que se han ido.
Ítaca nos denuncia el latido de la vida,
nos hace cómplices de la distancia,
ciegos vigías de una senda
que se va haciendo sin nosotros,
que no podremos olvidar porque
no existe olvido para la ignorancia.
Es doloroso despertar un día
y contemplar el mar que nos abraza,
que nos unge de sal y nos bautiza como nuevos hijos.
Recordamos los días del vino compartido,
las palabras, no el eco;
las manos, no el diluido gesto.
Veo el mar que me cerca,
el vago azul por el que te has perdido,
compruebo el horizonte con avidez extenuada,
dejo a los ojos un momento
cumplir su hermoso oficio;
luego, vuelvo la espalda
y encamino mis pasos hacia Ítaca.

Francisca Aguirre se sirve del mito de Penélope y Ulises para cifrar, con cierto distanciamiento, el sentimiento de pérdida, de la soledad, el aislamiento, el desamparo. Tales sentimientos quedan así potenciados, redoblados de universalidad, gracias a este sustrato cultural.




Nunca desayunaré en Tiffany...
por Manuel Vázques Montalbán

Nunca desayunaré en Tiffany
ese licor fresa en ese vaso
Modigliani como tu garganta
nunca
aunque sepa los caminos
llegaré
a ese lugar del que nunca quiera
regresar
una fotografía, quizá
una sonrisa enorme como una ciudad
atardecida, malva el asfalto, aire
que viene del mar
y el barman
nos sirve un ángel blanco, aunque
sepa los caminos nunca encontraré
esa barra infinita de Tiffany
el juke-box
donde late el último Modugno ad
un attimo d'amore che mai piu ritornera...
y quizá todo sea mejor así, esperado
porque al llegar no puedes volver
a Itaca, lejana y sola, ya no tan sola,
ya paisaje que habitas y usurpas
nunca,
nunca quiero desayunar en Tiffany, nunca
quiero llegar a Itaca aunque sepa los caminos
lejana y sola.

El poema refleja la constante tentación del autor de llegar a ese lugar ideal que es Tiffany (Ítaca), a pesar de no conseguirlo nunca. Realiza un símil entre Ítaca y Tiffany presentadolos como lugares ideales de los que no puede regresar por lo perfecto y lo agradable en ellos.
Este poema presenta con claridad la técnica novísima por excelencia: el collage.
Es un ejemplo de la estética pop característica de Vázquez Montalbán.
En ella se funden literatura, música, cine y arte mediante:
“La canción del Jinete” de García Lorca (poesía)
“Desayuno con diamantes” de Truman Capote (cine y narrativa)
“Vechio Frack” de Domenico Modugno (música)
Referencia al artista bohemio “Amadeo Modigliani” (arte)
D
estaca la artificiosidad, la experimentación y la influencia del cine.




Ítaca
por Teresa Ortiz

Tal como prometió ha vuelto el rey de Ítaca.
Ha sido un largo viaje.
Por ti desafié la ira de los dioses.
Atrás quedaron tierras, caricias de otros brazos.
La música más bella que un mortal escuchara.
Hoy brilla el mismo sol en este hermoso cielo
que iluminó violento los días de mi dicha.
Bajo él vi muchachos que luego fueron hombres.
- Ambición y codicia cambiaron sus miradas
como cambian al mar el viento y las tormentas.-
Y aunque rogué a los dioses no ver esta mañana
de nada me ha servido.
Cumplido he mi destino: de mi astucia y mi fuerza
guardarán fiel recuerdo los hombres y los mares.
Todo valió la pena pues me esperaba Ítaca.
Mas Ítaca eras tú, mi prudente Penélope
que guardaste mi casa, defendiste mi hacienda.
Quien osó despojarnos lo pagó con la vida.
Al igual que esta tierra he sido sólo un sueño.
Demoré cuanto pude tu estancia lejos de ella.
Yo fui Circe, Nausícaa… Ítaca no existió.
Tu vuelta me condena, al reino de las sombras.
Muertos los pretendientes ya todo es como antes.
Nada importa si el tiempo dejó huella en tu rostro.
Para mí serás siempre aquella que me espera,
tejiendo mi regreso.
¿Los pretendientes, dices?… Soy demasiado vieja.
Casi no te recuerdo y nunca esperé a un héroe.
Sí, mi nombre es Penélope.

En este poema Ulises y Penélope dialogan. Ulises mantiene la historia original, siguiendo el hilo del argumento clásico pero en Penélope se presenta un cambio: reniega de él. Ella niega la existencia de Ítaca y de la aventura en general. Ulises comprende Ítaca como su hogar, su mujer, y ella la presenta como un sueño, confesándole que hizo lo posible por mantenerlo lejos. Se entiende entonces que Ítaca es una excusa para mantener a Ulises alejado de Penélope, creyendo este que lucha por llegar a un lugar idílico siendo en realidad un falso motivo.






Ítaca no existe
por Amalia Iglesias Serna

Tres vueltas de llave y un olor a silencio,
la luz súbitamente estrangulada en el lecho sin fondo
y la humedad de quince o más otoños
y esta locura
y esta oscura gangrena de embriagada penumbra,
tres o cuatro macetas con esquejes de olvido
o esa vela gastada en noche de tormenta.
Las puertas columpian el llanto de sus goznes.
Hace ya tiempo que no hay golondrinas al borde del tejado.
Asciendo lentamente
aquella escalera de los sueños freudianos,
subo a los altares mínimos
de mi propia insuficiencia.
¡Cuánto ayer empozado,
cuánta breve mortaja,
cuánto leve recuerdo!
Sobre la cal de esta pared escribo un verso:
He regresado y nada me esperaba.
Quizá se vuelve como a la patria o al padre
con un algo de herida
y esa ansiedad de no reconocerse en los viejos espejos.
Quizá se vuelve tarde,
se vuelve ya sin tiempo.
Desde el suelo
una muñeca muerta me contempla,
-una muñeca serenamente muerta-
Me alejo
con la desagradable sensación de haber profanado
una tumba.

En este poema se relata la vuelta a una Ítaca vacía, sin vida, distinta de como se recordaba. Esto se debe a la idealización de la misma, y al no haber tenido en cuenta que cuando se volviese uno no sería igual que cuando se fue, es decir, no se verá reflejado de la misma forma en los espejos. Expresa un sentimiento de decepción y desilusión al descubrir que en la esperada Ítaca no hay nada, que se ha recorrido un camino para llegar a un lugar en el que no hay quién te reciba.

1 comentarios: (+add yours?)

LOL xD usa el código rubiuh en la tienda del Fornike dijo...

Recursos literarios de Nunca desayunaré en Tifanny?

Publicar un comentario